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viernes, 6 de julio de 2018

EL TIBIAL POSTERIOR

     La lesión por hipersolicitación del músculo tibial posterior es muy común en corredores, sobretodo aquellos que suelen practicar su deporte favorito en terreno irregular, pendientes o con una mala pisada. Ahora que llega el verano y cambiamos de calzado, también puede ocurrir con el uso de chanclas o sandalias que no estabilicen correctamente el retropié o por el simple hecho de caminar más o en distinto terreno al habitual (montaña o playa).

ANATOMÍA DEL TIBIAL POSTERIOR
     Se origina en la cara posterior de tibia-peroné y su membrana interósea para dirigirse hacia la parte interna del tobillo, donde se convierte en tendón que tomará inserción en el escafoides principalmente y de forma accesoria en 2ª cuña y base de 2º,3er y 4º metatarsianos. Está inervado por el nervio tibial posterior que se origina en el plexo sacro.


     Su tendón está envuelto por una vaina que lo protege del roce con las estructuras óseas. La función de dicho músculo va a variar:
- En carga: mantiene el arco del pie.
- En descarga: lleva el pie hacia dentro y lo rota elevando el dedo gordo (inversión).

INCIDENCIA DE LA LESIÓN
     Le tendinopatía de este músculo es habitual en corredores debido a la gran solicitación a la que se le somete evitando la pronación y la caída del arco plantar en cada impacto del pie. Cuanto más inestable sea el terreno o mayor golpe de talón haga el corredor en su gesto deportivo, mayor será el trabajo de dicho músculo y por tanto, la incidencia de la lesión.

     En personas no deportistas, puede verse originado como consecuencia a una defecto en la estática podal, por sobrepeso, consecuencia de lesiones previas (fracturas de pie/tobillo, esguinces...) o enfermedades de tipo inflamatorio (artritis) y vasculares.





CUADRO CLÍNICO
     Varía en función de la afectación del músculo y su tendón. Suele cursar con edema o inflamación local inframaleolar, dolor al apoyo y mayor caída del pie en pronación, pérdida del arco interno del pie, dolor en tobillo (maléolo interno) ascendente por la región postero-interna de la pierna y/o dificultad al despegue del pie en el paso posterior. Si no se atiende la lesión y se cronifica, puede desencadenar un síndrome del túnel del tarso, un valgo de calcáneo rígido y otras lesiones adaptativas ascendentes en el miembro inferior y columna vertebral.



     Su forma de presentación más clásica es en forma de sobrecarga, puntos gatillo o tendinosis, pudiendo tratarse también de un desgarro o arrancamiento del mismo de su inserción ósea en el pie.

     Su sintomatología se puede confundir con la tendinitis aquílea, fascitis plantar o distensión/esguince del ligamento lateral interno del tobillo.

DIAGNÓSTICO
- Anamnesis:
     El paciente refiere tumefacción difusa, dolor y quemazón en la parte medial del tobillo y a lo largo del tendón. No suele haber un momento puntual en el que comenzara la lesión, sino que "al principio aparecía solo al iniciar la carrera" y se va incrementando su presentación, llegando incluso a molestar simplemente con la marcha.

- Palpación:
     Dolor a la palpación del tendón y aumento de tensión en el vientre muscular (en su parte palpable)

- Test muscular:
     Debilidad del músculo (dificultad para ponerse de puntillas), dolor al estiramiento, puntos gatillo miofasciales.

     Si la lesión es el forma de tendinosis o sobrecarga, la molestia aparecerá bajo el maleolo interno y a lo largo del músculo, extendiéndose hacia pie y pierna, mientras que si existe arrancamiento el dolor será más puntual en región escafoidea.

- Exploración osteopática:
* Movilidad de pie, rodillas, caderas.
* Test de pelvis/columna vertebral.
* Exploración metamérica de las raíces L4-S2 (particularmente L5).

- Técnicas de imagen:
* Radiografía para evaluar el estado osteo-articular.
* Ecografía / resonancia magnética para valorar los tejidos blandos.

TRATAMIENTO
     Va a depender de la fase en la que nos encontremos. En una primera fase empezaremos  con tratamiento conservador, que puede constar de:

- Crioterapia para controlar la inflamación.
- Electroterapia: Ultrasonidos, láser, TENS.
- Potenciación muscular excéntrica del tibial posterior. Equilibración y potenciación muscular global del miembro inferior.
- Terapia manual:
     * Masoterapia
     * Movilizaciones articulares para evitar retracciones, adherencias y pérdidas de movilidad.
     * Manipulaciones osteopáticas de los hallazgos de la exploración, tanto a nivel local como de la emergencia nerviosa en columna lumbo-sacra especialmente y resto del eje vertebral.
     * Tratamiento conservador o invasivo de los puntos gatillo: punción seca, Jones...
     * Técnicas para el propio músculo: MTP, TNM, spray&strech, energía muscular...
- Vendaje neuromuscular para normalizar el tono muscular.
- Estudio biomecánico y plantilla si fuera necesario para corregir los defectos de pisada.
- Autotratamiento a domicilio:
     * Potenciación de todos los grupos musculares del miembro inferior.
     * Estiramiento analítico de la musculatura, especialmente de la cadena posterior (pelvitrocantéreos, isquiotibiales, tríceps sural, peroneos, tibial posterior). No olvidar la rutina de estiramiento de la cara anterior para evitar el desequilibrio muscular (psoas, cuádriceps, tibial anterior).

Tratamiento quirúrgico
     En los procesos más críticos, podrá pensarse en un tratamiento orientado a la reparación del tendón, realineación de los huesos del pie (+ inmovilización), con la consecuente rehabilitación debido a las consecuencias tanto a nivel local sobre el tejido reparado como por los cambios tróficos, vasculares y musculares del resto de elementos.

     Esperamos que este post os sea de ayuda a la hora de evitar o tratar vuestra lesión del tibial posterior.

Hasta el próximo post.


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viernes, 23 de febrero de 2018

NEUROMA DE MORTON

DEFINICION

     El neuroma de Morton (neuroma interdigital o plantar) es una degeneración del nervio digital plantar con fibrosis perineural asociada. Su ubicación más habitual (75% de los casos) es entre el 3er y 4º metatarsiano, aunque también es posible que se ubique entre el 2º y 3º (17%), quedando un 8% de casos en los cuales se ubica en otros espacios intermetatarsianos.

     Su incidencia es mayor en mujeres que en hombres y en edades comprendidas entre los 15 y 50 años y rara vez ocurre de forma bilateral.

CAUSAS

     Se produce una inflamación neural con un acúmulo de tejido fibroso en el revestimiento del nervio, como reacción a la irritación sufrida por este proveniente de los huesos y ligamentos que lo rodean al rozar con él.



     Puede deberse a:

- Calzado demasiado estrecho o apretado, en concreto la punta de este, o con un tacón excesivo que conlleva un aumento del apoyo en la región metatarsial.

- Acortamiento de la cadena muscular posterior del miembro inferior (tríceps sural).

- Pie mecánicamente inestable.

- Alteraciones en la estructura del pie: dedos martillo, pies cavos, pronación del pié excesiva...

- Traumatismos repetidos sobre el pie, como los que se pueden dar en actividades deportivas de tipo tenis, baloncesto o carrera.

- Lesiones del pie o tobillo (esguinces, fracturas...).

SÍNTOMAS

- Dolor (tipo quemazón, ardor), hormigueo, calambre y/o adormecimiento entre los dedos y en la base de estos.

- El dolor se acentúa al mantenerse de pie o caminar de forma prolongada, con el uso de zapatos y con el avance del tiempo (por la tarde).

- Dolor a la presión manual de la zona.

- Remite o se alivia al quitar la presión: descalzarse, masajear la zona, sentarse o tumbarse.

DIAGNÓSTICO

- Pruebas de imagen:
     * Ecografía.
     * Resonancia magnética. 

- Exploración física:
     * Movilidad huesos del pie: tobillo, tarso y metatarso. Restricciones de movilidad consecuencia de un mal apoyo o lesiones previas.
     * Respuesta dolorosa a la presión interdigital o a la presión transversal del pie (Signo de Mulder).
     * Extensibilidad muscular: acortamiento de cadena posterior.
     * Apoyo podal estático y dinámico.

- Estudio biomecánico: análisis de pisada realizado por podólogo.

- Estudio del calzado: desgaste desigual, tipo de calzado (diario y deportivo).

TRATAMIENTO

Conservador:
- Fisioterapia:
    * Movilizar los metatarsianos y relajar la musculatura interdigital para aumentar el espacio y evitar el roce con el neuroma.
     * LIberar las posibles restricciones de movilidad existentes en pie y pierna.
     * Disminuir la tracción ejercida por la musculatura posterior de la pierna.

- Confección de plantillas para disminuir el apoyo en la región afectada y corregir las posibles alteraciones de pisada.

- Modificaciones en el calzado: elegir zapatos de puntera ancha y tacón de aproximadamente 2 - 2,5cm de altura.

- Reposo relativo: pausa deportiva de aquellas actividades que provoquen impacto en la región. 

Invasivo:
     Si el tratamiento conservador fracasa, se puede optar (en este orden) por un tratamiento médico mediante infiltraciones o quirúrgico que buscaría liberar el nervio mediante la sección del ligamento intermetatarsiano o un posible quiste sinovial. Como última opción, se procede a la sección del propio nervio, lo cual elimina el dolor pero deja una sensación de acorchamiento perenne en la región inervada por el nervio afectado.

     En cualquier caso, parece necesario un trabajo interdisciplinar entre el fisioterapeuta, el podólogo y el médico. En FISIO GARGON, podemos ocuparnos de la parte fisioterápica de esta afectación y contamos con un equipo de podólogos externos en quien confiamos la elaboración de las plantillas que nuestros pacientes necesitan.

     Esperamos que haya sido de ayuda,

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lunes, 22 de enero de 2018

TRATAMIENTO DEL VÉRTIGO

¿VÉRTIGO O MAREO?
Son dos términos que se suelen confundir y referirnos a uno cuando en realidad estamos hablando del otro. El vértigo es una sensación de giro o movimiento propio o del mundo que nos rodea, mientras que el mareo es una inestabilidad o desequilibrio, menos intenso y duradero.

¿QUÉ ES EL VÉRTIGO?
El vértigo produce una gran inseguridad e incapacidad, pudiendo acompañarse de náuseas, alteraciones visuales y pérdida de audición de un oído, además de la ya descrita sensación de giro.

Existen dos tipos de vértigo:
- Central: se debe a problemas en tronco encefálico o cerebelo.
- Periférico: relacionado con alteraciones en el oído interno, concretamente en los canales semicirculares o laberinto vestibular, que controlan el equilibrio. Dichos canales se encuentran alojados dentro del hueso temporal, a cada lado de la cabeza y suponen, gracias al movimiento del líquido contenido en su interior, el principal órgano del equilibrio. También puede deberse a problemas en la conducción del nervio vestibular (N. VIII), que transmite la información percibida por el oído interno al tronco encefálico.

CAUSAS DE LOS VÉRTIGOS
Vértigo central
- Enfermedad vascular, migrañas.
- Efectos de ciertos medicamentos: anticonvulsivos, ácido acetilsalicílico.
- Alcohol
- Esclerosis múltiple
- Accidente cerebrovascular (ICTUS)
- Tumores

Vértigo periférico:
- Traumáticas: accidentes de circulación o traumatismos craneales.
- Infecciosas/tóxicas
- Secundaria a fármacos: ciertos antibióticos, diuréticos o salicilatos.
- Arterial: a nivel de la charnela occípito-cervical, se adentra en el cráneo la arteria vertebral, de la cual emerge una rama que se dirige a oído interno. Un problema de movilidad a este nivel, resultado de un traumatismo (Whiplash en accidente de coche) o postural (trabajo, pierna corta...) repercuten en la función de dicha arteria. De igual manera puede verse afectada por una disfunción dorsal alta, ya que dichos niveles vertebrales se corresponden con los centros medulares simpáticos de control arterial. El aumento de tono de la musculatura cervical y suboccipital, pueden también comprometer el flujo sanguíneo arterial hacia la cabeza.
- Disfunción craneal: el nervio vestibular (VIII) puede verse comprometido  en los canales intracraneales por los cuales transcurre, debido a una mala movilidad de los huesos del cráneo, pudiendo así afectar la transmisión nerviosa. Además, una disfunción del hueso temporal limita la movilidad y el drenaje del oído interno.
- Trastornos de la articulación temporomandibular (ATM).
- Vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB): se desencadena al realizar un cambio de posición, como acostarse o incorporarse, girar la cabeza o agacharse. Su origen es la presencia de restos calcáreos (otolitos) en los canales semicirculares del oído. Cuando uno de estos otolitos se queda en un canal, el sistema envía una información equívoca al cerebro que provoca la sintomatología. 
- Enfermedad de Menière: además de vértigos, el paciente puede presentar náuseas, vómitos, sudoración, pérdida de audición, ruidos y sensación de presión en el oído.

DIAGNÓSTICO
En el plano médico, se pueden contar con técnicas como angiografía, potenciales evocados, TAC, RMN, audiometría...

Desde la consulta de fisioterapia, podemos realizar una estimulación calórica, Test de nistagmus, maniobra de Dix-Hallpike, pruebas de equilibrio...será necesario diferenciar si los síntomas se deben a una afectación a nivel del oído o de la columna cervical.

Debemos realizar una exhaustiva anamnesis y una series de test ortopédicos y osteopáticos para poder encaminar el tratamiento adecuado. Como ya hemos hablado en otros post, los trastornos posturales que generan un conflicto a nivel de la charnela occipito-cervical pueden verse debidos a lesiones en otra parte del cuerpo, transmitidas mediante cadenas lesionales, por lo que no podemos olvidar el enfoque holístico en nuestra valoración.

TRATAMIENTO
Orientaremos nuestra acción a normalizar la columna vertebral y el cráneo, asegurando una buena movilidad y un tono muscular adecuado

Se puede proceder mediante:
- Manipulaciones osteopáticas.
- Punción seca de la musculatura afectada.
- Masoterapia, técnicas de tejidos blandos.
- Electroterapia.
- Vendaje neuromuscular.
- Reeducación postural global (RPG).
-  Ejercicio terapéutico.
- Fisioterapia vestibular: manual o instrumental.
- Maniobra de Epley (para el VPPB).


CONSEJOS
Entre las sesiones, seguir las indicaciones del terapeuta en cuanto a trabajo postural, ejercicios de movilidad y estiramiento. En el VPPB, realización del ejercicio de Brandt-Daroff.

Durante un episodio de vértigo:
- Mantenerse tranquilo, sentarse o acostarse si es posible.
- Reanudar la actividad de forma progresiva.
- No realizar movimientos bruscos.
- Evitar leer y las condiciones de luz muy intensa.
- Evitar conducir.

Esperamos que os sea útil. Si necesitáis más información, no dudéis en contactarnos.

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jueves, 26 de octubre de 2017

EPICONDILITIS - CODO DE TENISTA

Hoy abordamos el famoso "codo de tenista". Es una patología consecuencia de microtraumatismos en el codo, siendo frecuente en el mundo del deporte con raqueta, más concretamente en el pádel, y en profesiones del sector de la construcción y la mecánica.

La palabra epicondilitis proviene de "epicóndilo" (estructura ósea del codo) y la terminación "itis" que refiere inflamación. Existe un epicóndilo lateral y un epicóndilo medial (llamado epitróclea, dando lugar a la epitrocleítits o codo de golfista). Ambos son susceptibles de lesiones, pero en este caso nos ocuparemos del epicóndilo lateral, epicondilitis.

ANATOMÍA

El epicóndilo lateral, sirve de anclaje para la musculatura epicondílea, responsable de la extensión de muñeca y dedos y de la supinación del antebrazo (rotación externa para llevar la palma de la mano hacia arriba) e igualmente activa en trabajos de agarre.

Estos músculos, parten del epicóndilo a partir de sus tendones para converirse en un vientre muscular que se inserta en la muñeca y mano a través de sus tendones de nuevo.

SÍNTOMAS

Cursa con inflamación local, tumefacción, crepitación y dolor agudo a la palpación, contracción y estiramiento del músculo. Este dolor puede irradiarse hacia la parte externa del antebrazo y provocar el fallo muscular en el agarre de la mano. En una fase inicial, el dolor comienza al inicio de la actividad y desparece en caliente para volver a aparecer en reposo, mientras que en fase aguda está presente de forma constante y se acentúa con el movimiento, hasta obligar a abandonar al actividad. Existen casos en los que la lesión se cronifica, pasando a hablar de una epicondilosis en la cual ya no existen signos inflamatorios sino degenerativos del tendón, acompañados del resto de síntomas.

El dolor se localiza de forma muy puntual en el mismo hueso ya que el periostio del epicóndilo se inflama igualmente. De forma previa a la lesión, se sienten molestias de tipo sobrecarga muscular en el antebrazo que, si se atajan a tiempo, es posible evitar la instauración de la patología.

CAUSAS

- Traumatismo directo sobre la zona.
- Movimientos repetitivos ligados a la actividad laboral: sujetar pesos alejados del cuerpo mediante pinza de la mano o el hecho de atornillar/desatornillar.
- Actividad deportiva: en el caso concreto del pádel, hay diversas causas:
    * Revés: el músculo pasa de un estiramiento máximo a una contracción brusca. Este gesto repetido, si no es correcto, provoca la sintomatología.
    * Material: una pala inadecuada para el nivel del jugador o su constitución (empuñadura demasiado grande o pequeña, mala colocación del grip...)
     * Situaciones de frío intenso, calentamiento insuficiente, entrenamiento inadecuado...

PREVENCIÓN

Tanto en deportistas como no, es importante un calentamiento previo a la actividad que solicita dicha musculatura. En este caso, hablaríamos de preparar la musculatura de brazo/antebrazo para la actividad a realizar.

Además, en el caso del pádel, asegurar la optimización del equipamiento y la mejora de la técnica.

Puede resultar lógico pensar que, aún cuidando los factores anteriormente descritos, se produzca la aparición de sobrecargas debidas a la repetición del gesto que, si no se cuidan, pueden derivar en lesión.

Resulta beneficioso llevar a cabo un contro fisioterápico eventual, sobre todo si hay síntomas leves o antecedentes de lesión, y acompañarlo de una rutina de ejercicios y estiramientos para mantener el buen estado de la musculatura, como pueden ser:
- Trabajar la movilidad en todos sus segmentos: hombro, codo, muñeca y mano.
- Equilibrar y reforzar la musculatura epicondílea (extensora de muñeca) y epitroclear (flexora) mediante ejercicios con mancuernas o bandas elásticas. Esta potenciación muscular solo debe hacerse de forma autónoma en ausencia de dolor y en caso de que lo haya, se deben dejar a criterio del fisioterapeuta.
-   Automasaje de la musculatura. 
- Autoestiramiento de musculatura epicondílea y epitroclear, mantenido durante aproximadamente 30 segundos, sintiendo tensión (no dolor) y sin hacer rebotes.

TRATAMIENTO

Es frecuente dejarse aconsejar por el monitor del gimnasio, el profesor de pádel, los propios compañeros, internet...cuando se producen los síntomas. Hay que recordar que no hay dos personas ni dos patologías iguales y, aunque sea algo común dentro de la profesión o del deporte que se realiza, cuando hablamos de una lesión es imprescindible un diagnóstico fisioterápico (e incluso de imagen mediante ecografía si fuera necesario) para evaluar el impacto del daño y planificar un tratamiento en función de las estructuras afectadas, la fase en la que se encuentra...

- Fase inicial: tratamiento conservador de la sobrecarga muscular. Trabajo de la movilidad articular, descarga y estiramiento de la musculatura y crioterapia.

- Fase aguda
     * Comprobar y, en su caso, solucionar mediante manipulaciones osteopáticas los problemas de movilidad que pudiera haber en codo, muñeca y mano, así como en la columna cervical y la cintura escapular.
     * Reducir el dolor y la inflamación: se pueden emplear desde técnicas manuales hasta termoterapia y electroterapia. El masaje transverso profundo, las técnicas neuromusculares, la punción seca o los estiramientos analíticos tienen muy buenos resultados.
     * Vendaje neuromuscular: muy interesante como continuación del tratamiento y no como única técnica de elección. Siempre ha de ser aplicado por el fisioterapeuta formado para ello ya que, si se coloca de forma incorrecta, en el mejor de los casos no será efectiva, pudiendo llegar a ser perjudicial para la recuperación de la lesión.
     * Reposo relativo: frenar la actividad lesional. No conlleva un reposo absoluto sino adecuar la actividad al proceso de recuperación.

- Fase crónica (epicondilosis): conviene consultar con un traumatólogo especializado en estos casos. Existe la opción del tratamiento con ondas de choque, el cual es algo más invasivo pero también resulta muy efectivo en según qué casos. Debe evitarse la aplicación de infiltraciones como primer recurso.

Esperamos que toda esta información sirva de orientación. Si lo necesitáis, en FISIO GARGON estaremos encantados de ayudaros.


Hasta el próximo post,

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miércoles, 28 de junio de 2017

LATIGAZO CERVICAL -- WHIPLASH

¿QUÉ ES EL SINDROME DEL LATIGAZO CERVICAL?

También conocido como Whiplash, es un fenómeno en el cual la columna cervical sufre un cambio de posición súbito en un rango articular extremo. Lo más habitual es que sea en el plano antero-posterior aunque también existe la posibilidad de que este desplazamiento sea lateral, afectando a unas u otras estructuras en función del movimiento lesivo.

Tiene mayor incidencia en accidentes de tráfico, en los cuales el cuello hace una hiperflexión o una hiperextensión tras una colisión, que desencadenan la lesión. También puede darse en la práctica deportiva como un placaje en rugby o un remate de cabeza en fútbol e incluso tras un resbalón o una caída de espaldas.

Lo más habitual es que, en un primer momento, no produzca sintomatología alarmante pero resulta vital acudir a urgencias en caso de sufrir un accidente como los descritos anteriormente para evaluar la situación y conocer el alcance real del impacto.

En este movimiento excesivo y súbito de la columna cervical se produce un sobreestiramiento de los ligamentos de la columna sobrepasando en ocasiones su límite elástico así como de la musculatura involucrada en la estabilidad y movilidad cervical.

ANATOMÍA CERVICAL

La columna cervical se compone de 7 vértebras que se articulan entre ellas y con los elementos que las rodean, siendo estos el occipucio por su parte superior y la primera vértebra dorsal (D1) por su parte inferior.

Dichas vértebras se encuentras unidas por ligamentos que aseguran la estabilidad de la columna cervical y que son los principales damnificados en los casos de Whiplash. La musculatura encargada de la movilidad y, también en parte de la estibilidad cervical, se ve igualmente afectada.

Considerando el enfoque global del paciente, resulta fundamental el análisis de cada uno de estos niveles vertebrales así como el resto del raquis para tratar la patología en su totalidad y no centrarse únicamente en el cuello.

MECÁNICA DEL WHIPLASH

Tomando como causante del latigazo un impacto en la parte posterior del vehículo (que es el más frecuente) el proceso se desarrolla:

El empuje del impacto provoca un desplazamiento hacia delante de la columna lumbar y la pelvis. La aceleración del impacto más las fuerzas que se transmiten hacia la cabeza, provocan una rotación de la cabeza a posterior. Este desplazamiento nos lleva a una extensión de la columna cervical que es mayor y más temprana en el nivel entre C5 y C6 que en la parte superior, lo cual provoca una deformación en "S" de la columna cervical. Tras esto, ocurre el latigazo en el que las cervicales se desplazan hacia la flexión, creando la deformación en "C" final.


Esto acarrea, además del sufrimiento ligamentario y muscular, un desequilibrio entre la parte baja de la columna y la parte alta, en la cual el occipucio se encastra en relación a C1. A nivel osteopático, se pierde el correcto equilibrio entre estas dos estructuras (asincronismo cráneo-sacro).

SÍNTOMAS

El síntoma principal es el dolor de cuello acompañado de rigidez. Es posible que en el instante tras la colisión no se note ningún síntoma y que estos aparezcan horas o días después. Además del dolor local, también pueden encontrarse:

- Rigidez y pesadez en el cuello
- Dolor en hombros y brazos
- Hormigueo en brazos y manos
- Dolor de cabeza
- Mareos y vértigos
- Zumbido de oídos
- Dolor dorsal y/o lumbar

DIAGNÓSTICO

Es fundamental la atención rápida tras el accidente y el diagnóstico de imagen mediante radiografía para observar el estado óseo y descartar fracturas y desplazamientos vertebrales. En estos casos, el tratamiento fisioterápico queda no estará indicado en un primer tiempo.

Una vez descartadas complicaciones óseas y ya enfocado al tratamiento fisioterápico hay que evaluar la movilidad articular que estará disminuida consecuencia del dolor, la inflamación y el espasmo muscular consiguiente al traumatismo.

TRATAMIENTO

En los primeros instantes, la aplicación de frío local, el reposo relativo y la inmovilización son necesarios durante las primeras 72 horas, sin abusar de esta última para evitar un deterioro muscular.

A partir del tercer día, es preciso trabajar la movilidad cervical de forma manual y mediante ejercicio terapéutico. Superada la fase inicial, se puede acompañar el tratamiento de calor local para favorecer el proceso regenerador y disminuir el espasmo muscular y de técnicas manuales como masoterapia, estiramientos, punción seca, vendaje neuromuscular...

Desde el punto de vista osteopático, se busca restaurar la biomecánica normal estudiando la movilidad de las distitnas estructuras que se hayan podido ver afectadas mediante manipulaciones osteopáticas, técnicas articulatorias...

Esperamos haber solucionado algunas dudas sobre el mecanismo del esguince cervical. En FISIO GARGON estaremos encantados de ayudaros si habéis sufrido esta lesión.

Hasta el próximo post,

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jueves, 18 de mayo de 2017

HERNIA DE HIATO

    La hernia de hiato tiene una incidencia aproximada del 20% de la población adulta del cual el 50% de los casos son asintomáticos.

ANATOMÍA

    El estómago es una víscera fundamental para la digestión. Se ubica en la cavidad abdominal unido al esófago y atraviesa el diafragma por el hiato esofágico. El diafragma es un músculo clave en la mecánica respiratoria y se hace igualmente importante en los procesos digestivos, ya que de su correcta movilidad depende que se den las condiciones óptimas para la digestión. La cúpula diafragmática realiza movimientos de ascenso y descenso con cada respiración que participan en la mecánica visceral y que, en caso de estar afectados, podrían afectar a esta última.

    El estómago se relaciona con las estructuras vecinas mediante un sistema ligamentario que permite cierta movilidad y mantiene cada víscera en su lugar dentro de la cavidad abdominal en contra de la acción de la gravedad.

    Se encuentra inervado para su funcionamiento por el sistema nervioso vegetativo, teniendo este una parte ortosimpática proviniente del nervio esplácnico mayor (ganglios paravertebrales torácicos V-X) y una parasimpática asegurada por el nervio vago, que regulan su actividad.

¿QUÉ ES LA HERNIA DE HIATO?

    Es el desplazamiento de una porción del estómago a través del diafragma (hiato esofágico). Esta invaginación supra diafragmática junto con la insuficiencia del esfínter esofágico inferior provocan el ascenso del contenido estomacal hacia el esófago (reflujo gastro-esofágico), lo cual puede llegar a producir alteraciones en esófago y faringe debido al carácter ácido de dicho contenido.

    Puede provocar sintomatología como:
- Trastornos digestivos, digestiones lentas, pesadas...
- Aerofagia y aerocolia (gases)
- Gastritis
- Esfogagitis
- Reflujo gastro-esofágico
- Acidez
- Falta de apetito
- Dolor y opresión en el pecho

   Del mismo modo, también es posible encontrar dolores referidos en la región interesacapular o del trapecio (izquierdo).

    Estos síntomas se desencadenan con mayor incidencia tumbado boca arriba o de pie inclinado hacia delante, mientras que se alivian en posición sentado.

   No existe una causa única de este trastorno. Una alimentación incorrecta, malas posturas, grandes esfuerzos o levantar objetos pesados, estreñimiento y tos crónicos o tabaquismo pueden ser factores causales, sin olvidar la esfera emocional en la cual estados de estrés o nerviosismo mantenidos en el tiempo condicionan la aparición de la hernia de hiato. 

TRATAMIENTO MÉDICO

    Se basa en la prescripción de ciertos medicamentos como el omeprazol y los antiácidos, así como en el seguimiento de unas normas alimenticias.

TRATAMIENTO OSTEOPÁTICO

    Busca restarurar la correcta movilidad de todas las estructuras y para ello es necesario que los sistemas músculo-esquelético, craneal y visceral estén en equilibrio.

    Los objetivos del tratamiento osteopático son:
- Reducir la hernia de hiato.
- Disminuir los síntomas provocados por la hernia.
- DIsminuir los dolores referidos al aparato locomotor.

    El protocolo de tratamiento pretende:
*  Liberar el diafragma, mediante maniobras tanto locales sobre el propio músculo como a nivel de su inervación (columna cervical) y sus inserciones sobre costillas y columna dorso-lumbar.
* Normalizar la inervación del estómago trabajando sobre el raquis dorsal (inervación ortosimpática) y la base del cráneo (agujero rasgado posterior), por donde emerge el nervio vago (inervación parasimpática).
* Corregir disfunciones somáticas existentes como parte del enfoque holístico del paciente.
* Revisar y tratar la esfera craneal.
* Pasar revista y corregir posibles disfunciones en el resto de vísceras abdominales que se relacionan con el estómago, como el hígado, bazo, colon...
* Corregir la hernia de hiato y mejorar el tono del cardias mediante maniobras directas sobre ellos.
* Adoptar unas medidas alimentarias en las cuales se supriman todos aquellos alimentos que puedan provocar una disminución de tono del cardias, tales como café, tabaco, picantes, chocolate, menta, alcohol...
* Consejos posturales: el decúbito lateral izquierdo evita en cierta medida la posible aparición del reflujo gastro-esofágico. Evitar comidas muy copiosas y no acostarse tras la comida pueden resultar beneficiosos.

   En FISIO GARGON, defendemos el enfoque holístico del cuerpo y actuamos en consecuencia, siendo conscientes de la necesidad de tratar al paciente como un todo y no verlo como, en este caso, un estómago.

    Un saludo, 

  FISIO GARGON

jueves, 23 de marzo de 2017

LESIÓN DE HOMBRO: TENDINOPATÍA DEL SUPRAESPINOSO

     Abordamos un problema muy frecuente en la consulta, tanto ligado a la actividad física (en ocasiones excesiva o no apropiada) como a malos hábitos posturales o gestos repetitivos en el trabajo, la tendinopatía o tendinosis del supraespinoso. Se refiere a la ya conocida tendinitis del supraespinoso, pero con un término más actualizado que hace honor a lo que realmente ocurre, pues no se trata de una inflamación puntual del tendón sino más bien de las estructuras que lo rodean. Cuando esto ocurre y también se inflama la bolsa serosa subacromial (bursitis), hablamos de un síndrome subacromial.

ANATOMÍA:
     El supraespinoso es un músculo que tiene origen en la parte supero-interna de la escápula y la recorre por encima de su espina para dirigirse al húmero, donde se inserta por medio de su tendón en el troquíter. Este músculo, llega junto con otros dos (infraespinoso y redondo menor) formando el manguito de los rotadores, cuya función principal es la rotación externa del hombro. El supraespinoso en particular, es el responsable del inicio de la separación del brazo con respecto al cuerpo (abducción).

     Antes de insertarse en el troquíter, dicho tendón del supraespinoso discurre por el espacio subacromial, que resulta ser la zona más patógena para el músculo. Este espacio es un desfiladero formado por el acromion como techo y el húmero como suelo, entre los cuales pasa el tendón junto a la bolsa serosa que asegura el correcto movimiento del tendón en este espacio tan reducido.

     Un alteración de la biomecánica articular normal del hombro por trastornos posturales, factores traumáticos o de sobre uso, calcificaciones o alteraciones del correcto equilibrio muscular del hombro tiende a provocar que se altere dicho espacio subacromial generando un cizallamiento y fricción con la consecuente lesión tendinosa.

CAUSAS DE LA TENDINOPATÍA DEL SUPRAESPINOSO:
     La etiología de esta lesión es multifactorial aunque en ocasiones viene desencadena por un traumatismo directo como una caída sobre el brazo o un gesto brusco puntual.

- Factores biomecánicos y posturales:
     Se debe explorar tanto la postura corporal como la biomecánica de la escápula y las alteraciones del ritmo escápulo-humeral para luego poder restablecer la correcta función del complejo articular del hombro.

     Igualmente decisivas son las disfunciones de la columna cervical, la cual es la responsable de la inervación y vascularización de la zona, por lo que una disfunción somática a este nivel compromete la normalidad muscular. Si existe patología de origen cervical, no será posible el correcto desarrollo del movimiento normal de la articulación debido al desequilibrio de la musculatura implicada.

     Los patrones posturales anómalos, ligados generalmente a la actividad laboral, conllevan un enrollamiento de los hombros hacia anterior, modificando los planos biomecánicos de la escápula e imposibilitando por tanto la normalidad articular. Posiciones de la cabeza humeral en las que se encuentre más alto o anterior juegan igualmente un papel nocivo para estas estructuras.

     Del mismo modo, la posición y movilidad de la clavícula, así como su relación con esternón, primera costilla y acromion, deben de ser valoradas en un enfoque holístico por parte de un osteópata.

- Artrosis y degeneración articular:
     El envejecimiento y la pérdida de flexibilidad de los tejidos asociada, la deshidratación y los diversos traumatismos sufridos con anterioridad, hacen que aumente la predisposición a padecer problemas tendinosos.

- Factores genéticos:
     La forma de la tuberosidad acromial puede ser excesivamente prominente y favorecer el roce con el tendón del músculo supraespinoso. Existen variantes anatómicas en las cuales la forma del acromion es más ganchosa, pudiendo afectar a las estructuras que atraviesan el espacio subacromial.

- Factores metabólicos:
     Un inadecuado riego sanguíneo de la zona y acúmulo de tóxicos pueden favorecer la inflamación de los tejidos. Puede darse provocado por estrés y/o mala alimentación basada en una abuso de carnes rojas, embutidos, lácteos, dulces...Las disfunciones de hígado/vías biliares así como del estómago pueden tener su repercusión a nivel de los hombros.

SÍNTOMAS
- Dolor en parte superior o externa del hombro que puede irradiarse hacia el brazo. Del mismo modo, puede existir dolor y sobrecarga en la musculatura peri escapular y cervical.
- Dolor a la separación del brazo. Es importante diferenciar en qué tramo del recorrido articular existe mayor dolor/limitación, ya que esto evidencia la afectación de unas u otras estructuras.
- Es frecuente que empiece siendo un dolor a la actividad, aunque también puede darse en reposo y durante la noche.

DIAGNÓSTICO
- Valoración del estado y la movilidad vertebral con especial importancia de la columna cervical.
- Valoración del complejo del hombro: articulaciones gleno-humeral, acromio-clavicular, esterno-costo-clavicular y escápulo-torácica.
- Pruebas ortopédicas dirigidas específicamente a valorar el estado de determinadas estructuras.
- Pruebas de imagen: radiografía para determinar el estado óseo y descartar posibles calcificaciones del tendón y ecografía para estudiar las partes blandas, tanto la musculatura como la bolsa serosa. El caso de necesitar más información, la resonancia magnética resulta la prueba definitiva.

TRATAMIENTO
- Tratamiento osteopático del raquis y hombro: en base a las disfunciones halladas en la exploración.
- Abordaje local de la tendinopatía: movilizaciones articulares, masaje transverso profundo, fibrólisis, punción seca, estiramientos, vendaje neuromuscular, movilización neuromeníngea...hay gran variedad de técnicas y en la combinación de ellas reside la clave para la mejoría de los síntomas.
- Trabajo activo: es impresindible la implicación del paciente mediante ejercicios terapéuticos aprendidos en consulta y realizados a domicilio, como pueden ser:
     * De relajación: pendulares para aumentar el espacio disminuido.
     * De movilidad articular: mantener y aumentar el rango articular.
     * De reprogramación de la musculatura: para que recupere su funcionalidad y asegurar la posición centrada de la cabeza del húmero.
     * Trabajo postural: bien mediante estiramientos analíticos o cadenas.
- En casos más importantes, la artroscopia supone el tratamiento invasivo de elección, aunque no garantiza resultados óptimos y se hace necesario igualmente un programa de rehabilitación posterior.
- Tratamiento médico con infiltraciones de corticoides: conviene evitarlas en la medida de lo posible, debido a sus probados efectos secundarios.


jueves, 19 de enero de 2017

DEPORTES DE INVIERNO - ESQUÍ, SNOWBOARD Y SUS LESIONES

En plena temporada de frío y nieve, el número de pacientes que recibimos con lesiones asociadas a la práctica de esquí o snowboard es elevado; aquí os dejamos algunos consejos para evitar haceros daño practicando vuestro deporte favorito.

Primeramente, vamos a ver las lesiones más frecuentes en este deporte:

Contusiones y golpes

Por suerte, la mayoría de los accidentes de esquí no conllevan lesiones importantes y quedan en simples golpes, que como resultado dan contusiones de mayor o menos amplitud. Dentro de esta categoría también podemos englobar los cortes o raspones que puedan producirse como consecuencia del choque con los cantos de las tablas.

Rodilla

Las más frecuentes son las del ligamento cruzado anterior y las del ligamento lateral interno. En ocasiones se produce la Triada, en la que se asocian la ruptura de los dos citados anteriormente más el menisco interno.

La rodilla está estabilizada por cuatro ligamentos: lateral interno (LLI), lateral externo (LLE), cruzado anterior (LCA) y cruzado posterior (LCP). En las lesiones del LCA el mecanismo lesional es el giro brusco del cuerpo sobre el pie que queda fijo en el suelo, produciendo una rotación forzada en la rodilla. Los síntomas, de aparición inmediata, son dolor, hichazón e imposibilidad funcional. Cuando la lesión es parcial y la rodilla se mantiene estable, el tratamiento es conservador mediante un programa específico de rehabilitación e inmovilización parcial mediante férula que permite la flexión de la articulación. Si la demanda física es importante o la ruptura es total, se aconseja el tratamiento quirúrgico de reconstrucción del ligamento.

Hombro

Se trata, generalmente, de luxaciones. El hombro es la articulación más móvil del cuerpo y debido a la trayectoria que describen sus ligamentos, es también muy inestable. En las luxaciones se rompen estos ligamentos, dando inmediatamente dolor, deformidad e impotencia funcional. El tratamiento consiste en reducir la luxación con caracter urgente e inmovilizar el miembro superior. Es imprescindible controlar, en los casos más graves, la integridad del plexo braquial.

Muñeca y mano

El llamado pulgar del esquiador es sin duda la lesión más frecuente. El dedo pulgar sufre un movimiento de hiperextensión debido a la correa del bastón, en el cual se lesionan los ligamentos colaterales de la articulación metacarpo-falángica. Los síntomas inmediatos son hinchazón y dolor a la movilización del dedo. Su tratamiento conservador consiste en una inmovilización de la articulación y en los casos más graves, la reparación es quirúrgica.

También son frecuentes las fracturas de la extremidad distal del radio o de alguno de los huesos del carpo, debido a caídas sobre la mano. Su tratamiento conservador es inmovilización mediante yeso o férula y en los casos más graves, quirúrgico.

Columna vertebral

Ocurren con más frecuencia en la práctica del snow, siendo estas lesiones del cóxis causadas por caídas repetitivas sobre las nalgas, conllevando una luxación de dicho hueso. Aunque a simple vista no se perciba y parezca un contratiempo liviano, ha de ser tratado de forma osteopática mediante manipulación para evitar el daño actual y posibles contratiempos futuros.

Menos deseables y menos frecuentes son las fracturas vertebrales, las cuales se convierten en una verdadera urgencia que debe ser tratada como tal, bien mediante inmovilización tipo corset o mediante cirugía en los peores casos.

CAUSAS DE LAS LESIONES Y ACCIDENTES DE ESQUÍ:

Suelen darse como consecuencia de falta de preparación física, desconocimiento de la técnica, agotamiento, movimientos repetitivos, mala hidratación/alimentación...

- Preparación física: requiere buena forma física para combinar resistencia, flexibilidad y fuerza al mismo tiempo.

- Cansancio: la mayoría de los accidentes ocurre en despistes, cuando nuestra atención está disminuida. Se deben hacer descansos y adecuar la actividad al grado de fatiga.

- Material incorrecto: ha de llevarse ropa cómoda, transpirable y antideslizante. La bota debe estar bien adaptada al pie, permitiendo el movimiento de los dedos y estabilizando el tobillo. El casco es fundamental para evitar lesiones en el cráneo y las gafas deben ofrecer buena protección contra los rayos UV.

- Calidad de la nieve: prestar especial atención a la nieve helada, que puede producir heridas y fracturas; la nieve húmeda que acompaña a las altas temperaturas contiene gran cantidad de agua que impide el correcto deslizamiento de los esquíes. El esfuerzo físico requerido es superior y las posibilidades de lesión aumentan.

- Falta de hidratación/ingesta inadecuada: esquiando a baja temperatura, se pierde gran cantidad de líquidos sin tener sensación de sed, por lo que es importante controlar el aporte de líquidos antes, durante y después de la actividad en vistas a retrasar la fatiga, mejorar el rendimiento y la actividad muscular.

EJERCICIOS DE PREPARACIÓN

Toma especial importancia la potenciación de los miembros inferiores:


CUADRICEPS
ISQUIOTIBIALES
GLUTEO
ABDUCTORES / ADDUCTORES DE CADERA

FAJA ABDOMINAL - CORE

MUSCULATURA LUMBAR
Se recomienda la práctica de esta rutina de ejercicios de forma diaria y durante, al menos, las 6 semanas precedentes a la práctica de la actividad deportiva.

Con todo esto y prestando especial atención, debería bastar para que la práctica de vuestros deportes de invierno, sea todo lo agradable que debería.

Si tenéis alguna duda o necesitáis ayuda, no dudéis en poneros en contacto con nosotros.

Hasta el próximo post,

FISIO GARGON
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martes, 20 de diciembre de 2016

DIFERENCIAS ENTRE CIÁTICA Y PSEUDOCIÁTICA

Es muy habitual entre los pacientes y el personal médico tender a diagnosticar como ciática cualquier dolor de espalda que se extiende a la zona glútea y pierna. Pero no siempre este diagnóstico es correcto, ya que en ocasiones deberíamos hablar más bien de una pseudociática. Veamos qué son para poder diferenciarlas y como tratar esta segunda patología, más común que la ciática verdadera.

DEFINICIÓN

- Ciática: también conocida como lumbociática, es un dolor intenso desde la zona lumbar baja hasta la pierna, pasando por el glúteo y llegando incluso hasta el pie. Esto se traduce en una afectación del nervio ciático por compresión.

Además del dolor, puede haber debilidad muscular, sensación de hormigueo, ardor, entumecimiento y dificultad en el movimiento o control motor del miembro inferior. En la mayoría de los casos este problema solo se da en uno de los miembros inferiores.


- Pseudociática: también conocida como sindrome del piramidal, sindrome del piriforme, falsa ciática... se puede definir como un dolor punzante en la zona de la nalga que puede recorrer la cara posterior del muslo pero raramente sobrepasa la rodilla hacia inferior. Suele existir además, dolor, sensación de hormigueo y debilidad muscular en la zona baja de la espalda.

Se suele originar por un acortamiento o inflamación del músculo piramidal que, al aumentar de tamaño, irrita el nervio ciático. El músculo piriforme o piramidal, parte del sacro y se dirige hacia el trocánter mayor del fémur mientras que el nervio ciático, en su trayecto, pasa por debajo del vientre muscular del mismo. Existen variantes anatómicas en las cuales el nervio en lugar de pasar bajo el músculo, lo atraviesa de forma que su sintomatología es más frecuente y acusada. 

DIFERENCIAS ENTRE CIÁTICA Y PSEUDOCIÁTICA

DOLOR

- Ciática: comienza en la zona lumbar baja y se irradia al glúteo, bajando por la cara posterior del miembro inferior. No necesariamente llegará hasta el pie, ya que su extensión depende del estado de las estructuras intermedias, como puede ser el peroné.

- Pseudociática: parte de la zona glútea y se extiende a lo largo de la cara posterior del muslo llegando hasta la rodilla en sus casos más importantes. 

ORIGEN

- Ciática: origen neural, hay un compromiso de las raíces nerviosas que componen el nervio ciático en su emergencia a la altura de los discos intervertebrales.

- Pseudociática: origen muscular, compresión del nervio ciático por el músculo piramidal.

CAUSAS DE LA PSEUDOCIÁTICA

La lesión del músculo piramidal es muy frecuente en deportistas, sobre todo corredores. Una sobreutilización del músculo consecuencia de un entrenamiento mal realizado impide la recuperación del mismo, lo que también se ve favorecido por la práctica deportiva sobre suelo duro. También lo sufren frecuentemente ciclistas amateur, que no regulan de forma adecuada la relación de altura sillín-manillar y colocan al piramidal en una tensión excesiva para el trabajo del mismo. Hemos de añadir como causa, en el caso de los deportistas, la no realización de los estiramientos necesarios previa y tras la práctica deportiva.

En el caso de personas deportistas o no, el músculo piramidal se afecta también como consecuencia de adaptaciones en la pelvis a alteraciones del miembro inferior en una cadena lesional ascendente, como puede ser una pierna corta anatómica, un pie plano o un esguince de tobillo mal curado.

Entre otros motivos de afectación del músculo están también las posturas forzadas y mantenidas en flexión de tronco, como aquellas personas que trabajan estáticos de pie flexionados hacia delante (en tareas de cocina, plancha...), por conducir durante largos períodos, un traumatismo, una inyección intramuscular mal puesta o un sobreesfuerzo agudo, como en un resbalón por ejemplo.

TRATAMIENTO

Primero realizaremos un estudio de la estática y la dinámica global del paciente, buscando posibles disfunciones tanto a nivel estructural como visceral que puedan influir. En el caso de encontrar una o varias disfunciones, estas deberán ser liberadas mediante manipulaciones osteopáticas con las técnicas de elección del terapeuta. Será conveniente en todo caso, trabajar la movilidad de la columna lumbar baja y de las articulaciones sacroilíacas para normalizar la inervación del músculo. 

El estudio del paciente hace referencia también a las zonas en las cuales el nervio ciático puede verse comprimido a su paso, como puede ser el propio músculo piramidal, los músculo isquiotibiales, la cabeza del peroné o incluso el tarso (pie). En función de las estructuras que se hallen comprometidas, la sensibilidad será más o menos amplia ya que el nervio se comprime en varios puntos.

Además de todo esto, es necesario un tratamiento local del propio músculo, mediante técnicas de masaje, técnicas neuromusculares, stretching, punción seca, kinesiotaping...existen gran variedad de técnicas que se pueden combinar para obtener resultados positivos. Además, es imprescindible complementar el trabajo realizado por el fisioterapeuta, con ejercicios y estiramientos pautados para realizar a domiclio por el propio paciente.





COMO PREVENIR LA APARICIÓN DE UNA PSEUDOCIÁTICA

En lo que al deporte se refiere, es importante elegir un calzado adecuado a la actividad, terreno, talla y peso. Siempre hay evitar entrenamientos no adecuados a nuestra forma física y por supuesto, se debe realizar antes un calentamiento adecuado y unos estiramientos post-ejercicio. La hidratación adquiere vital importancia, siendo igualmente necesario evitar alimentos de difícil digestión.

Si vas a conducir durante mucho tiempo, conviene para cada cierto tiempo y pasear, de modo que el músculo recuperer su extensibilidad. Si estamos mucho tiempo sentados, como estudiando o trabajando, cambiar de postura frecuentemente y evitar cruzar las piernas.

En cualquiera de los casos, es fundamental asegurar y trabajar la solidez de la faja abdominal, compuesta por los abdominales y la musculatura lumbar.


Esperamos haberos resuelto algunas dudas con este post...si necesitáis ayuda o tenéis más dudas, no dudéis en consultarnos.

Hasta el próximo post,

FISIO GARGON


lunes, 17 de octubre de 2016

PATOLOGÍA DE LA ATM Y CÓMO AFECTA A LA POSTURA

La ATM o Articulación Temporo-Mandibular es la principal responsable del movimiento de la mandíbula en la apertura y cierre de la boca para realizar las funciones básicas de habla, masticación y deglución.

ANATOMÍA DE LA ATM

Dicha articulación está compuesta por una cavidad glenoidea (del hueso temporal) en la cual se va a articular el cóndilo mandibular, siendo este conjunto amortiguado por la presencia de un disco o menisco intraarticular.

Además de las estructuras óseas y meniscos, se encuentran los ligamentos y la cápsula articular, que otorgan a la articulación su estabilidad. El movimiento activo de la mandíbula viene dado por la acción de músculos muy potentes, entre los que cabe destacar los maseteros, temporales y pterigoideos medial y lateral, además de la musculatura hioidea (accesoria en la biomecánica de la articulación). Es necesario un equilibrio muscular para asegurar la correcta alineación del cóndilo y su desplazamiento de manera que la apertura y el cierre de la boca sean correctos. 


LESIONES DE LA ATM

Dentro de las posibles lesiones de la ATM, se encuentran principalmente dos tipos: las que afectan a la posición del cóndilo y las que afectan al menisco, que a su vez influirá en el correcto movimiento del cóndilo dentro de la cavidad glenoidea.

De esta forma, en líneas generales podemos describir 6 lesiones principales:
- Anterioridad / posterioridad del cóndilo.
- Superioridad / inferioridad del cóndilo.
- Luxación anterior / posterior del menisco.

Como consecuencia o en ocasiones como causa de estas lesiones, existe un desequilibrio muscular entre ambas ATM y del mismo modo, un desequilibrio dentro de la misma articulación entre la musculatura oclusora y su antagonista. 

Estas lesiones se asocian frecuentemente con un hábito denominado "bruxismo", que consiste en apretar fuertemente los dientes o rechinarlos particularmente durante la fase de sueño. Este gesto de cierre continuado de la boda tiene su causa, entre otros, en el aumento de tono de la musculatura oclusora.

RELACION ATM-POSTURA

La ATM está íntimamente relacionada con la columna cervical, tanto por estructuras óseas como por musculatura que las une, de modo que una alteración en una de ellas conlleva una repercusión en la otra.

Así, ante una prognatia mandibular (mandíbula prominente) habrá una anterioridad de los cóndilos occipitales en relación a la primera vértebra cervical (atlas) y consecutivamente el resto de las vértebras adaptarán de modo que habrá un aumento de todas las curvaturas vertebrales, creándose una mayor lordosis cervical/lumbar y una mayor cifosis dorsal. Lo contrario ocurre en el caso de la retrognatia, quedando los cóndilos occipitales posteriores en relación al atlas y adaptándose el resto de la columna con una disminución de curvas o incluso rectificación de las mismas. 

Estas alteraciones mandibulares son congénitas pero lo mismo ocurriría en el caso contrario, cuando debido a alteraciones posturales exista un aumento o disminución de curvas en la columna éstas se traducirían en una tendencia a la prognatia o a la  retrognatia respectivamente.

CADENAS LESIONALES

El cuerpo basa su armonía y alineación en un fin, la horizontalidad de la mirada. Por este motivo, para mantener ambos ojos en un mismo plano horizontal, ante la aparición de diversas patologías el cuerpo debe adaptarse de formas no siempre inocuas, pudiendo aparecer disfunciones a distintos niveles.
Para realizar esta adaptaciones, el cuerpo se rige por una serie de captores posturales que recopilan y envían información postural al sistema nervioso e inician una reacción de corrección a otro nivel ante una postura anómala. Entre estos captores están por ejemplo los pies, los ojos, los oídos y la ATM.

Cadenas lesionales descendentes

El maxilar inferior se articula con el superior según el engranaje de los dientes. Ante una malposición dental por extracciones o implantes incorrectos, los dientes no engranan de forma armónica y se desencadenan una serie de adaptaciones que pueden cambiar radicalmente la postura original de una persona.

Al extraer un diente, las piezas adyacentes tienden a buscar el apoyo que han perdido hasta entrar el contacto con otra pieza dental. Se origina un desequilibrio oclusal, situación en la cual todos los dientes se van desplazando gradualmente como una adaptación al cambio originado por la extracción y el ligamente alveolo-dental de cada diente, se ve hiperestimulado enviando una información sensitiva alterada, dando como mecanismo reflejo un espasmo muscular.

Hablando por ejemplo de la extracción de la última pieza superior del lado derecho (pieza 17), se producirá una anteriorización del cóndilo mandibular derecho para entrar en contacto con el que ahora es el último diente superior. Consecuencia de esta lesión, habrá un espasmo y una tensión muscular que tienden a colocar el occipucio homolateral anterior con respecto al Atlas, surgiendo a partir de éste adaptaciones del resto de vértebras que pueden llegar incluso a generar disfunciones a nivel de raquis, pelvis, caderas, rodillas y pies, lo cual se traduce en sintomatología variada en función de las estructuras afectadas, desde cefaleas y vértigos por alteración de la vascularización craneal hasta cervicalgias, lumbalgias y ciatalgias. 

Cadenas lesionales ascendentes

La misma situación puede darse en sentido inverso. Partiendo de una modificación del apoyo plantar, tras un esguince de tobillo por ejemplo, se darán una serie de compensaciones en el cuerpo (leer post Esguince de tobillo) que pueden ir desde un valgo de rodilla a alteraciones en cadera, pelvis, columna vertebral y ATM, en la cual debido a la variación de la alineación vertebral el cóndilo occipital (homolateral al esguince) se encontraría en una posición posterior con respecto del Atlas, ante lo cual la ATM se vería inducida a una lesión de posterioridad.

La consecuencia de este supuesto esguince podría ir por tanto, desde un dolor a nivel de tobillo y rodilla hasta problemas masticatorios, dolores de cabeza y cuello, vértigos y mareos.

Por eso, en FISIO GARGON insistimos en el concepto holístico del paciente, observándolo y tratándolo en su globalidad. No dudéis en contactarnos ante cualquier duda.

Hasta el próximo post, 

FISIO GARGON