¿QUE ES UN ESGUINCE?
El esguince es según el grado de éste, una distensión o una ruptura parcial o total del ligamento. Se produce por un movimiento forzado, en el caso del tobillo con puesta en carga, con flexión plantar e inversión.
Los ligamentos sirven como estabilizadores de una articulación. En este caso en concreto, el tobillo se tuerce hacia un lado y se sobrepasa el límite de elasticidad de dichos ligamentos. Acompañando al sufrimiento del ligamento, se pueden producir también lesiones por tracción de éste sobre las estructuras donde se fijan de manera que si la tracción es muy elevada, puede producirse el arrancamiento del hueso por el ligamento, únicamente observable con radiografía.
El esguince de tobillo llega a representar el 38% de las lesiones del aparato locomotor. El 85% de los esguinces de tobillo corresponden al ligamento lateral externo y la mayoría de ellos conciernen al haz anterior de dicho ligamento.
CLASIFICACIÓN DE LOS ESGUINCES
1. Esguince de primer grado: se produce una pequeña distensión ligamentaria, con posible ruptura de alguna fibra. Poco dolor, sin hematoma (o hematoma escaso) y sin inestabilidad objetivable.
2. Esguince de segundo grado: se producen rupturas parciales del ligamento. Suele haber equimosis (depósitos de sangre extravasada debajo de la piel intacta) y hematoma, con dolor localizado en la zona externa y cierto grado de inestabilidad al caminar o al estar de pie.
3. Esguince de tercer grado: la ruptura del ligamento es completa y hay una inestabilidad importante de la articulación. La inflamación y el dolor son de instensidad elevada.
CONSECUENCIAS DEL ESGUINCE
Una parte importante a tener en cuenta en los esguinces de tobillo es ¿qué se produce a nivel óseo cuando hay un esguince de tobillo? Se produce primeramente una lesión en el propio ligamento debido a su sobre estiramiento, y secundariamente hay una serie de reacciones que ocurren. Para describirlas es importante conocer bien la anatomía del pie humano.
Debido al impacto, se produce una compresión en la articulación tibio-tarsiana, lo cual supone una lesión importante a la hora de establecer el tratamiento. Al producirse esta "torcedura del tobillo" con el peso apoyado sobre éste, la energía cinética que tiene el cuerpo en movimiento hace que el peso del cuerpo siga desplazándose hacia delante, de manera que al estar el pie fijo en el suelo, este movimiento hacia anterior es asumido por la tibia, la cual se bloqueará en una posición anterior relativa al resto de huesos. Es aquí donde comienzan los trastornos a nivel del pie, primeramente en la zona del retropié, compuesta por el astrágalo y el calcáneo. Este empuje de la tibia produce que el astrágalo, se desplace de la misma manera hacia anterior o hacia antero-interno, de manera que se fija en esta posición. En el calcáneo, se produce un bostezo (entre calcáneo y astrágalo), de forma que donde ha habido este bostezo posteriormente pueden quedar adherencias debidas a la "cicatrización" en el ligamento en esta zona dañada.
Si seguimos avanzando en los huesos del pie llegamos al "mediopié", formado por 5 huesos, que se conocen como escafoides, cuboides y 3 cuñas. La pareja escafoides-cuboides se ve arrastrada por el astrágalo, produciendo una rotación de ambos hacia el suelo, lo cual es perceptible tanto a la palpación como a simple vista por un descenso del puente del pie. Las cuñas y los huesos del antepié (metatarsianos y falanges), son menos susceptibles a las consecuencias del esguince.
A partir de las lesiones anteriormente descritas a nivel local en el tobillo, y consecuencia en su mayoría de tensiones musculares y alteraciones en la estática corporal, se pueden dar otras lesiones de manera ascendente en el cuerpo, por un bloqueo a nivel del peroné, produciendo una tracción inferior y un estiramiento de los isquiotibiales, los cuales debido a su origen en la pelvis, llevarán el ilíaco a rotación posterior, lo que a su vez condicionará el comportamiento del raquis.
En resumen, el esguince desencadena una serie de lesiones ascendentes que pueden producir alteraciones a nivel de la pelvis, del raquis o incluso a nivel craneal (por ejemplo, dolores de cabeza tras haber sufrido un esguince).
De ahí la importancia de una visión global para poder definir un plan de tratamiento enfocado tanto en la lesión como en las conscuencias de ésta.
¿CUAL ES EL TRATAMIENTO PARA UN ESGUINCE DE TOBILLO?
Tras diagnosticar el grado, podemos empezar el tratamiento encaminado a corregir la inestabilidad de tobillo y evitar que ésta se mantenga en el tiempo (hay un riesgo importante de sufrir otro esguince en el transcurro del primer año).
El tratamiento en fase aguda, desde el minuto 1, consiste en:
* Hielo - para controlar la inflamación.
* Reposo - no cargar peso sobre el tobillo.
* Movilizaciones - movimientos en descarga para mantener la movilidad.
* Compresión - para eliminar la inflamación y estabilizar el tobillo.
* Elevación - evita mayor inflamación.
Transcurridas las primeras 24-48 horas, hay que empezar con el tratamiento, destinado en un principio a eliminar los bloqueos articulares de todos los huesos que conforman el tobillo y pie.
Protocolo de tratamiento:
* Masaje circulatorio del edema local.
* Masaje Cyriax del ligamento lesionado.
* Manipulación osteopática del pie y de toda la cadena lesional ascendente.
* Movilización pasiva suave del tobillo.
* Electroterapia.
* Trabajar la musculatura periférica del tobillo.
* Propiocepción.
* Ejercicios para hacer en casa.
* Vendaje funcional.
En Fisio GARGON el tratamiento es siempre individual y personalizado y adaptado a ti, tu lesión, tus circunstancias, tus características y tu forma de vida, ya se trate de una lesión antigua no tratada o de una lesión aguda, para que la recuperación sea lo más rápida posible.
Esperamos os haya resultado interesante y os esperamos en el próximo post.
Fisio GARGON